martes, 23 de diciembre de 2008

NO HE PERDIDO LA MEMORIA


Ayer, a las 16:31 de la tarde, murió el ex Presidente de la República León Febres Cordero. A lo largo de las cuatro horas que precedieron a la muerte del más importante líder de la derecha ecuatoriana en los últimos 25 años, los periodistas de los medios de comunicación masiva (prensa, radio y televisión) que presentaban las "noticias de última hora" desde la puerta de la Clínica Guayaquil, erigieron a León Febres Cordero como un mártir cuyo sacrificio último en aras del interés público fue regresar a morir en Guayaquil. Aunque no dudo de que en todos, o en casi todos los hogares de los personajes más adinerados y poderosos de esa ciudad, una lámina escolar de León Febres Cordero luciendo la banda presidencial, rodeada de velas y flores haga las veces de un improvisado altar doméstico a la figura del mártir que defendió lealmente los intereses de su clase, me pregunto ¿qué tenemos que agradecer los ecuatorianos y ecuatorianas al ex Presidente de la República, ex Alcalde de Guayaquil, diputado y dirigente empresarial?

No me olvido del empleado de confianza de Luis Noboa Naranjo, dueño del banano, amo y señor de la agro-exportación en el Ecuador a costa del sudor de miles de campesinos y obreros. Del dirigente empresarial que en nombre del progreso y del interés nacional exigía la parte del león en el reparto de la troncha a los gobiernos de turno.

Recuerdo al dirigente empresarial comprándose el Partido Social Cristiano para entrar en la pelea política de la recién inaugurada democracia. Al después furioso opositor del Gobierno de Jaime Roldós Aguilera, estrenándose así como uno de los "patriarcas de la componenda".

No puedo olvidar al Presidente de la República que amplió los plazos de la sucretización, para pagar los intereses y el capital de la deuda privada -que contrajeron sus amigos y compadres- con dineros públicos.

No puedo borrar de mi memoria a quien se declaró mejor amigo de Ronald Reagan ejecutando la orden imperial de salir de la OPEP.

¿Es que acaso podemos olvidar la ejecución de medidas de ajuste estructural para sentar las bases de un modelo económico sustentado en la explotación brutal de la naturaleza y la sociedad? ¿El pago del capital y los intereses de la deuda odiosa que contrajo la dictadura militar a costa de la pobreza y la extrema pobreza de los ecuatorianos y ecuatorianas? ¿La desaparición decenas de personas, cuyas familias, amigos y seres queridos aún nos preguntamos dónde están, y la represión contra sindicalistas, estudiantes y maestros, líderes indígenas y campesinos? ¿ Los tanques rodeando a la Corte Suprema de Justicia y el Congreso, la dictadura constitucional, el chantaje, el periodicazo y el golpe y el insulto como formas de acción política? ¿Al Abogado Torbay y al Licenciado Robles Plaza? ¿A Toral Zalamea, abogado también, y a tantos otros? ¿Al señor Raan Gazit? ¿Al SIC 10? ¿A los escuadrones volantes? ¿El olor del gas lagrimógeno, el sonido de las balas, las miradas de sus policías? ¿Mi Universidad allanada tantas veces? ¿Los paramilitares del "García Moreno También Vive"? ¿A su servicio de inteligencia?

Recuerdo la cooptación de la ex Corte Suprema de Justicia con jueces a la medida de la defensa de los intereses del PSC, la primera de la larga sucesión de golpes de estado sin cuartelazo que han hecho que en las cortes y tribunales de justicia de este país impere la ley del más fuerte, del apellido más rancio y de la chequera más gorda.

No puedo olvidar al león y su cachorro presenciando la tortura de quienes se atrevían oponerse a su Gobierno, en el antiguo Cuartel Modelo de la ciudad de Guayaquil.

Recuerdo a Luz Elena Arismendi preguntando sin respuesta dónde están sus hijos frente al Palacio de Carondelet, y a otras madres y padres que ahora, 30 años después, se hacen la misma pregunta.

No me olvido de Diego Delgado, apaleado y dado por muerto.

Recuerdo la muerte de la palabra y del pensamiento crítico frente al miedo y el dolor de miles de ecuatorianos perseguidos por los grupos de choque de la Policía y el Ejército. Recuerdo los libros, folletos y periódicos quemados, la represión contra obreros, campesinos, maestros y estudiantes, la prohibición de decir lo que se piensa o se siente.

Recuerdo a León Febres Cordero presidiendo la manifestación del "no me ahuevo" para exigir al gobierno de Mahuad la salvación con los dineros de todos los ecuatorianos y ecuatorianas, del banco que quebró uno de sus amigos y compadres, Fernando Aspiazu Seminario.

Hace más o menos 100 años, en el prólogo de uno de sus libros, un alemán de origen judío exiliado en Londres, nos recordaba aquello de que existen hechos en la historia que ocurren como tragedia y luego como comedia. Estoy plenamente convencido de que sólo el ejercicio insobornable de la memoria impedirá que posiblemente dentro 25 años se repita esta comedia y los medios de comunicación masiva presenten la muerte de un nuevo mártir que se sacrificó por los intereses del desarrollo y del bienestar de los ecuatorianos… Por eso, aunque todos y todas compartimos la misma condición humana, y en consecuencia, no me alegra la dolorosa muerte de un anciano de 77 años que padecía cáncer y otros males, creo que es necesario reescribir el epitafio de León Febres Cordero para que mis hijos y mis nietos no crean el cuento de su martirologio y, sobre todo, para que identifiquen a otros leones que erizan su melena y afilan sus garras para ocupar la vacante de nuevos dueños del país.

POR FAVOR, SEÑORES REPORTEROS, AGUDÍSIMOS EDITORIALISTAS, ASAMBLEÍSTAS, SESUDOS ANALISTAS, PRESENTADORES Y PRESENTADORAS DE TELEVISIÓN, LOCUTORES DE RADIO, TENEDORES DE PAPELES DE LA DEUDA, DISCÍPULOS Y DISCÍPULAS, PERIODISTAS DE FARÁNDULA, POLÍTICOS Y EMPRESARIOS, NO ME PIDAN QUE OLVIDE…

Prohibido olvidar……

Fernando López Romero
DECANO FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

martes, 16 de diciembre de 2008

Por la Universidad del tamaño de nuestros sueños


La tendencia democrática, patriótica y de izquierda avanza en el país y la universidad ecuatoriana no podía quedarse al margen de esta realidad; el avance académico y científico de la Universidad Central ha sido característico en los últimos tiempos, es por ello que este proceso debe continuar con representantes comprometidos con el desarrollo de la educación superior.
En este marco, como máxima expresión de la democracia que se vive al interior de la casona, se realiza un proceso para renovar las principales autoridades, exhortamos a los participantes en esta lid a que lleven una campaña que fortalezca a la Universidad Central y allane el camino por días mejores para sus graduados.


Con agrado observamos la candidatura del MSc. Franklin Cabascango quien desde su gestión como Vicerrector Académico impulsó la investigación científica y lleva adelante una campaña de altura, propositiva, sin mancillar el nombre de sus contrincantes.
Para quienes nos graduamos en esta noble institución es menester construir una Universidad guiada por los principios de la excelencia académica con miras a resolver los principales problemas de la sociedad, donde se fortalezca la investigación, ciencia y tecnología, dentro de una infraestructura universitaria acorde a los nuevos requerimientos.

Es por ello que vemos la necesidad de respaldar las candidaturas de:
MSc. Franklin Cabascango Rector.
Dr. Rodrigo Yépez Vicerrector Académico.
Ing. Carlos Arroyo Vicerrector Administrativo.
Por el bienestar de quienes hacemos grande a la Universidad Central este 18 de diciembre te invitamos a ser partícipe de la construcción de la universidad del tamaño de nuestros sueños votando por la
Lista 1.

viernes, 14 de noviembre de 2008

DERECHO CONSTITUCIONAL Y NORMATIVA INTERNACIONAL

Por: Dr. Jaime Hernández

Nuestra Constitución aprobada en referéndum del año 2008, garantiza a los ecuatorianos y ecuatorianas, no solo los derechos que ella expresamente contempla, sino también los que se encuentran contenidos en las Declaraciones, Pactos, Convenios y demás instrumentos Internacionales vigentes. Desde aquí podemos partir y amparamos para demandar la protección de los derechos, mediante la utilización de los siguientes Instrumentos: La Declaración Universal de los Derechos planteado por las Naciones Unidas, como un ideal común que todos los pueblos deben acoger, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes de la OEA, que aspira la protección internacional de los derechos del hombre, como principio y guía del derecho americano; y los que podríamos ubicar como objetivos o procesales, como son: Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles, que fueran adoptados por la ONU.
En este contexto y con los fundamentos jurídicos que guían a estas instancias de carácter internacional, se crean varios organismos dedicados a proteger los derechos civiles y políticos, los derechos del ser humano más allá de las fronteras constitucionales de cada Estado. Los mencionados Organismos Internacionales revestidos por un carácter oficial, tienen como finalidad y tarea principal, vigilar la observancia, cumplimiento y aplicación de los derechos por parte de los Estados, de esta manera si los Organismos Privados o Públicos no cuentan con la suficiente idoneidad política e imparcialidad que su gestión demanda, los ciudadanos tienen la alternativa de concurrir, a los Organismos creados por voluntad soberana de todos los pueblo del mundo o de América, según el caso amerite, en demanda de una aplicación real de la doctrina de los derechos, la misma que se fundamenta en la dignidad de la persona y sobre todo en el derecho natural que otorga a los ciudadanos las garantías para su supervivencia, conociendo que estos derechos se convierten en la base de la colectividad organizada como Estado, es por esto que reiteradamente se menciona, que el derecho de una persona comienza donde termina el derecho de las demás. personas.
Partiendo del análisis referido, la Constitución del Ecuador al reconocer las normas del derecho establecidas por los diferentes organismos internacionales, también somete las decisiones de la justicia que causaren o provocaren demandas, a que los afectados acudan, a estas instancias internacionales para litigar sus causas en la búsqueda de la administración de una justicia libre de las presiones que hipotéticamente estuviere afectada en el escenario nacional.

jueves, 21 de agosto de 2008

ETICA PÚBLICA Y DERECHO

Dr. Jaime Hernández
Si bien en el ámbito nacional hay muchos tópicos actuales que
concitan nuestra atención, hemos cedido espacios a las sociedades del primer mundo en la discusión de temas como el aborto, la eutanasia o los derechos sexuales, cuando, por su importancia, también nos conciernen e interesan. La explicación es obvia: cómo hablar de morir con decoro si en nuestros países, por efecto de la metástasis de la corrupción e injusticia, aún estamos lejos de vivir con un mínimo de dignidad.
En la legislación ecuatoriana, solo el Código de Ética Médica se refiere a la eutanasia, a la que dedica tres artículos en el título XII. Cito:
Art. 90. El médico no está autorizado para abreviar la vida del enfermo. Su misión fundamental frente a una enfermedad incurable será aliviarla mediante los recursos terapéuticos del caso.
Art. 91. Establecida la muerte cerebral, de acuerdo con las normas internacionales vigentes, no se justifican las acciones excepcionales para prolongas las manifestaciones vitales de las estructuras biológicas residuales.
Art. 92. En aquellos casos en que los indicadores clínicos e instrumentales revelen situaciones insalvables o incompatibles con la dignidad de la persona humana, queda al criterio del médico y de los familiares suspender los procedimientos extraordinarios. En caso de controversia se recurrirá al criterio de una Junta Médica, constituida por tres especialista afines al caso.
Por las averiguaciones realizadas, me atrevo a afirmar que un bajísimo porcentaje de profesionales de la medicina conocen el Código en cuestión, de modo que bien vale difundir estas disposiciones, que además nos ubican en el tema.
“La palabra eutanasia viene del griego: eu = bueno, thanatos = muerte. “Buena muerte” término que ha evolucionado y actualmente hace referencia al acortamiento voluntario de la vida de quien su- (re una enfermedad incurable, para minimizar o poner fin a sus sufrimientos”. Pero puntualicemos, además, los siguientes conceptos:
Eutanasia pasiva. Se refiere a la suspensión del uso de instrumentos de apoyo de vida o el suministro de medicamentos que mantienen una vida artificial para que se dé una muerte natural (dejar morir).
Eutanasia activa. Implica un comportamiento positivo y este término se refiere a la muerte que se ocasiona de una manera directa para poner fin al sufrimiento del paciente.
El suicidio asistido se relaciona vagamente con la eutanasia. Este se produce cuando alguien le da información y los medios necesarios a un paciente para que pueda terminar fácilmente con su propia vida. Partamos de algunas premisas. El hombre tiene derecho a vivir con dignidad; la muerte es el momento final de la vida, por lo tanto también tiene derecho a morir con dignidad. La dignidad no es un concepto subjetivo. Está vinculada a los valores morales del ser humano y, entre otros, a los derechos a la integridad física y moral, así como a la autodeterminación de la propia vida.
La disyuntiva está en determinar si la eutanasia o el llamado suicidio asistido están o no clasificados como delitos. Los fines para ser buenos, éticamente, deben contar con medios buenos. De modo tal que si la eutanasia como medio es un delito, el fin, aunque fuere para procurar una muerte con dignidad, sería igualmente pernicioso y reprobado.
Más, ¿qué sucede, cuando las legislaciones de varios países han despenalizado la eutanasia? El mismo referido Código de Ética ecuatoriano deja abiertos puertas y caminos para la interpretación, pues no definen con precisión el tema.Todo lo cual hace pensar qué la sanción tiene un sentido casi figurado. En todo caso, la eutanasia exige varios presupuestos concurrentes:
Petición expresa, seria e inequívoca del enfermo,
Enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o
Que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar.
El tema central de la discusión es definir la protección que debe el Estado al derecho a la vida, no se trata del elemental derecho a la vida sino del derecho a vivir con dignidad y esta condición caracteriza la gran diferencia.
Las distintas legislaciones parecería que procuran, al permitir la eutanasia, proteger la dignidad en el derecho a la vida de un enfermo terminal, es decir que el enfermo que desciende a una condición de indignidad pueda decidir libremente sobre cómo dar fin a su situación precaria. La alternativa no es vivir o morir, sino morir con o sin dignidad.
Por otro lado, sin conceder ni negar sus argumentos a quienes desaprueban las prácticas eutanásicas, para que no se sospeche de dobles moral o discurso: ¿qué hacen por cambiar un sistema cuyo imperativo categórico es el poder económico y su meta el ejercicio de un mercado corrupto que incluye la compraventa de conciencias y principios y que es causa de la muerte de millones de niños y pobres por falta de atención a la salud y de una degradada calidad de vida. Acaso el desaprobar una alternativa a morir con dignidad guarda relación con las posiciones de aquellos que dicen defender la vida cuando en realidad lo que hacen es utilizar los conceptos y análisis de la Ética desde la comodidad del Poder Público y en sus ejecutorias cotidianas imprimir decisiones que denigran la vida de sus pueblos y reprimen cualquier demanda social. Estas hipocresías generadas desde las mieles del Poder requieren ser desenmascaras y desterradas definitivamente para hablar con propiedad de una verdadera ética en la administración de un Estado.

miércoles, 9 de abril de 2008

Quienes Somos!!!

Somos un frente político de profesionales con planteamientos democráticos y progresistas, a todos y todas quienes compartan esta forma de ver el mundo brindamos una alternativa organizativa, con el propósito de encontrar un espacio para el debate de temas inherentes a la política nacional desde una visión de izquierda, formando un espacio para desarrollar el pensamiento crítico y plantear soluciones a los diversos problemas de nuestro país y en especial de nuestra provincia, basadas en la necesidad de la construcción de una sociedad mas equitativa y respaldados en los conocimientos científicos y técnicos dentro de cada una de nuestras áreas de desempeño profesional.

Estamos seguros que los profesionales no podemos estar al margen de los procesos sociales, tenemos el rol histórico de vincular nuestra acción con los sectores populares que reclaman de nosotros un papel mucho más preponderante en la solución de sus problemas y es por eso una vinculación permanente con los pueblos. Contamos con profesionales de distintas áreas como Ciencias Biológicas, Salud, Administrativas, Sociales, Exactas entre otras; concientes de que el tren de la historia acelera su marcha hacemos un llamado a todos y todas a participar activamente en el proceso de concienciación de la sociedad, para llevar a nuestro país hacia días mejores.