miércoles, 28 de septiembre de 2011

UN AÑO DESPUÉS DEL 30-S NO HAY NADA QUE FESTEJAR


Irresponsables y absurdos serán los festejos que el Gobierno ha preparado por motivo de lo que según dicen es la conmemoración del primer aniversario de los acontecimientos del 30-S.

El Ecuador entero sabe que los hechos que se produjeron ese día no fueron de ninguna manera el desarrollo de un golpe o supuesto golpe de Estado, sino el desencadenamiento de varias acciones de provocación a los sectores populares que se expresó en la rebelión de los policías y militares de tropa durante ese último día del mes de septiembre del 2010.

Ni a la oligarquía ni al imperialismo les interesa derrocar a Correa. Están conformes con un gobierno que legisla a favor de las transnacionales petroleras y mineras, que mantiene la privatización del agua y el latifundio, que aprueba leyes que violan la Constitución, como la Ley de Educación Superior que acabó con la autonomía universitaria, y otras que afectan los derechos laborales mientras ofrece exoneración de impuestos a los empresarios en el Código de la Producción. No podemos olvidar que estos hechos fueron el preámbulo del levantamiento que se produjo el 30 de septiembre, además que este gobierno hace rato ya ha manchado sus manos con sangre; los pueblos del Ecuador no vamos a olvidar jamás el crimen de Estado cometido contra el Profesor Bosco Wisuma durante el paro nacional de la UNE, del que tuvo el cinismo de culpar y sancionar a sus propios compañeros de lucha, estas fueron las provocaciones que antecedieron al 30-S, al igual que la represión de la protesta social y el levantamiento de más de 200 juicios a dirigentes populares acusados de sabotaje y terrorismo.

¿Qué pretende festejar Correa y sus acólitos? si con el operativo de rescate se puso en peligro la vida de los ciudadanos que se encontraban asilados en el Hospital de la Policía y en el Hospital Metropolitano, su personal médico y paramédico, así como los instrumentos, equipos y bienes de esas instituciones hospitalarias, acción que, de conformidad con lo dispuesto en los artículo 5 y 8 del Estatuto de Roma, constituyen crímenes de guerra, que les compete conocer, juzgar y sancionar a la Corte Penal Internacional de La Haya. ¿Será a caso que van a festejar haber actuado astutamente al haber limpiado el escenario de los hechos y ocultar las balas en los cuerpos de quienes fallecieron?.

¿O es que acaso pretenden celebrar la millonaria campaña publicitaria desatada en todos los medios de comunicación para convencer al país de la mentira de un Golpe de Estado que nunca fue?, ¿o quizá vayan a festejar la represión injustificada del estudiante Fernando Cocíos que se encuentra postrado en la sala de un Hospital solo por el “delito” de exigir sean tomados en cuenta sus opiniones antes de la implementación de un proyecto de Bachillerato inconsulto e improvidsado?; ¿o tal vez pretendan celebrar que van a iniciar la explotación de la Minería a gran escala, entregando nuestros recursos a las transnacioanles; o que inconstitucionalmente a través de un decreto van a despedir a miles de servidores públicos, mientras se mantienen los hospitales públicos colapsados?.

Gustavo Reyes